Chardonnay - Antecedentes
Variedad de uva de piel clara, con la que se suele elaborar vino blanco, que se encuentra en Borgoña, en el este de Francia. Crece en regiones donde se produce vino, desde Inglaterra hasta Nueva Zelanda. Se considera un “rito de paso” y un primer paso en el mercado internacional del vino en regiones vinícolas nuevas y en desarrollo.

La uva chardonnay produce una amplia gama de vinos, desde el Chablis, crujiente y rico en minerales, hasta vinos envejecidos en roble con notas de frutas tropicales. La uva se vinifica en una gran variedad de estilos, desde los magros y crujientes vinos minerales de Chablis (Francia) hasta los vinos de roble del Nuevo Mundo con notas frutales.
En regiones más frías como Chablis (Francia) y Los Carneros (California), el chardonnay tiene un cuerpo de suave a ligero y una acidez elevada, ya que posee sabores frutales como la ciruela verde, la manzana y la pera.
Los vinos cultivados en las colinas australianas de Adelaida y en la península neozelandesa de Mornington suelen tener más sabores a cítricos, melón y melocotón en los lugares más cálidos, mientras que en los lugares muy cálidos (como la AVA de la costa central de California) aparecen más notas a higo y frutas tropicales como plátano y mango.

La fermentación maloláctica, en la que el ácido láctico se convierte en ácido no láctico, produce vinos con una sensación en boca más mantecosa y sabores a avellana.
Los vinos espumosos de Champagne y Franciatorta (Provincia de Brescia – Italia) de todo el mundo son firmes defensores de la uva chardonnay. A finales de la década de 1980, un repunte de popularidad creó una reacción contra esta uva que la tachó de elemento negativo en la globalización del vino.

A pesar de ello, la uva sigue siendo una de las más extendidas, con unas 160.000 hectáreas cultivadas en todo el mundo. Sólo es superada por la airén en la lista de uvas blancas más plantadas. Se cultiva en más regiones vinícolas que ninguna otra uva, incluida el cabernet sauvignon.