Fermentación Alcohólica - Tipos
Fermentación industrial
Primero, hablemos sobre la fermentación industrial. Este proceso ha evolucionado para mejorar la eficiencia química del proceso y obtener mayores cantidades de etanol. ¿Cómo se logra esto? Con la fermentación alcohólica continua en ambientes controlados. De esta forma, podemos procesar bebidas alcohólicas como el vino y la cerveza a un ritmo adecuado para ofrecer al mercado.
¡Pero eso no es todo! También existe una vía de investigación para mejorar los procesos industriales mediante la mejora de las cepas de levaduras. Por ejemplo, la cepa de levadura Zymomonas Mobilis ofrece ventajas en los procesos continuos de fermentación al permitir una mayor densidad de levaduras durante la producción.
La fermentación continua se empezó a patentar en la década de los 50 y desde entonces, la industria de las bebidas alcohólicas ha experimentado un crecimiento apreciable. Una característica clave de la fermentación etílica industrial es la selección adecuada de las levaduras para aumentar el rendimiento de la producción.


Fermentaciones naturales
Las fermentaciones naturales son un proceso que ocurre de manera espontánea en la naturaleza cuando hay azúcar y falta de oxígeno. ¿Sabías que algunos frutos como el melón y el coco también pueden sufrir un proceso de maduración anaeróbica que les da un olor a alcohol? ¡Es interesante, ¿verdad?!

Fermentaciones específicas
Hay fermentaciones que son específicas y son manipuladas por el ser humano con el fin de obtener el etanol en bebidas. Para hacerlo se utilizan principalmente los azúcares que se encuentran en las frutas, cereales y leche. La producción de estas bebidas se suele hacer de forma local, ya que depende de la disponibilidad de estos productos.

Fermentación del vino
La elaboración del vino es un proceso muy antiguo y conocido, que involucra la fermentación de las uvas con la ayuda de unos honguitos llamados levaduras. Estos microorganismos se encuentran naturalmente en la piel de las uvas y se encargan de transformar el azúcar de las uvas en alcohol. Para asegurarse de que la fermentación se lleve a cabo de manera adecuada, se esteriliza el mosto (jugo de uva) con dióxido de azufre antes del proceso.

• Además de la fermentación alcohólica, también existe la fermentación maloláctica que ocurre después de la fermentación alcohólica. En esta etapa, las bacterias transforman el ácido málico del mosto en ácido láctico, lo que reduce la acidez del vino y le da una textura más suave y redonda.
• La fermentación del vino puede ser influenciada por una variedad de factores, como la temperatura, el nivel de oxígeno, la acidez y la cepa de levadura utilizada. Estos factores pueden afectar el sabor, aroma y estructura del vino.
• El proceso de envejecimiento del vino también puede afectar su sabor y aroma. El vino joven puede tener un sabor afrutado y fresco, mientras que el vino envejecido puede tener un sabor más complejo y a menudo contiene notas de especias, cuero y tabaco.
• La calidad del vino también puede estar influenciada por el tipo de uva utilizada y el lugar donde se cultivó. El término “terroir” se refiere a las características únicas del suelo, clima y topografía de una región que pueden influir en el sabor y aroma del vino producido allí.
• La adición de azúcar al mosto para aumentar el contenido de alcohol del vino (chaptalización) puede ser controvertida, ya que algunos creen que puede afectar negativamente la calidad del vino y reducir su autenticidad.