Historia del Vino – Regiones Vitícola (2)
La Unión Europea ha optado por publicitar los productos vinícolas por sus nombres toponímicos -como Burdeos, Rioja, Cariñena, Beaujolais o Tokay- con Consejos Reguladores que reúnen a los elaboradores de la región correspondiente. El término “vino” ni siquiera se pronuncia. La gente pide un Rioja, un Burdeos, un Cariñena, un Chablis, etc. Este tipo de marketing se diferencia notablemente del de la cerveza, ya que está prohibido promocionar marcas comerciales a través de nombres toponímicos, y no hay Consejos Reguladores implicados. El propietario de la marca encarga a cerveceras de distintas naciones que la creen para él, proporcionándoles las directrices correctas para fabricar el producto preferido. La cerveza X se produce de forma similar en España y Estados Unidos, y de forma similar en Alemania, del mismo modo que una marca comercial de automóviles puede crear plantas en diversos países y regiones.

El Reglamento 479/2008 del Consejo, de 29 de abril de 2008, contribuyó a reducir la rigidez del “sistema de denominaciones toponímicas” que se utiliza para comercializar los vinos. Este sustituyó al anterior sistema de “vinos de calidad producidos en una región determinada (vcprd)”. Ahora, la calidad del vino ya no está vinculada al hecho de que las uvas procedan de una región determinada. Hoy en día, existen dos tipos de denominaciones toponímicas. Para un vino con denominación de origen, todas las uvas utilizadas en el proceso de producción deben proceder de la misma zona geográfica. En cuanto a un vino con indicación geográfica, al menos el 85% de las uvas utilizadas deben proceder de la misma región. Por lo tanto, actualmente nadie está obligado a utilizar exclusivamente uvas de su terruño para obtener un vino de calidad. Europa se encontraba en estado deficitario en 2002 debido a la insuficiencia de precipitaciones, lo que dificultaba la recolección de la uva, salvo en la región meridional de España. Afortunadamente, La Mancha intervino para compensar la carencia, suministrando la materia prima esencial a las bodegas europeas que no disponían de cosechas suficientes.
La excelencia del vino depende de la calidad de las uvas. La denominación de origen Rioja fue clasificada oficialmente como “calificada” mediante un decreto de 3 de abril de 1991. Las condiciones para que una denominación de origen pueda llevar la calificación de “calificada” se establecieron en el Decreto 157/1988, de 22 de febrero. Entre los requisitos figura que el precio de las uvas de esa denominación debe ser superior al doble del valor del mercado nacional. La denominación “El Priorato” también tiene categoría de “calificada”. La calidad de las uvas no está necesariamente vinculada al hecho de que procedan de una zona determinada. El hecho de que una región o pago elabore vino con uvas exclusivamente locales no garantiza la calidad, especialmente durante una cosecha por debajo de la media.

En particular, la legislación europea considera que los nombres no geográficos son similares a las indicaciones o clasificaciones geográficas. Un buen ejemplo de ello es el término “cava”, que no describe una definición geográfica, pero está vinculado a una determinada región del Penedés, así como a partes de Valencia, Extremadura y La Rioja. Esta denominación de origen no sólo está relacionada con un grupo de agricultores que reciben ayudas económicas para cultivar uvas o dejar de cultivar sus viñedos, sino también con algunas poderosas empresas comerciales. Freixenet y Codorníu se han establecido en California y han alcanzado un éxito masivo. Otro ejemplo es el vinho verde, que no es una zona geográfica, sino un tipo de vino. Se ha asignado a una región concreta situada entre los ríos Miño y Duero.

Fuera de Europa, los grandes viticultores han florecido en Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda. Estas naciones se han basado en una intensa investigación, que ha modernizado sus prácticas vitícolas, desde la vendimia hasta la estructura de los viñedos. Estos vinos no están representados por su región geográfica, sino por sus variedades. No se nombran con títulos grandilocuentes. Estos vinos han empezado a popularizarse en Inglaterra, que no es autosuficiente en vino blanco, a pesar de su buena calidad.
En Latinoamérica, Argentina, Chile y Uruguay son los países más destacados que exportan vino de gran calidad y muy asequible.